Quién me ha dado 8 grandes lecciones para emprender mejor
Inicio . Personal . Quién me ha dado 8 grandes lecciones para emprender mejor
2013 fue un año de transformaciones muy intensas a nivel profesional y más sutiles, aunque profundas, a nivel personal. A riesgo de que me toméis por chiflada me arriesgo a hacer público una de los elementos con un alto porcentaje de influencia en esa transformación: la existencia, inesperada, de gatos en mi vida.
¿Voy a dedicar 3 minutos para leer un post de gatos? Estás de coña? No de verdad, no te vayas, que va de ROI, pero otro tipo…sólo al final juzga si estoy chalada o si estas lecciones también las estás viviendo, con y sin gatos…
Este es el tipo de escritos que no sabes si publicar o no, aunque lleve rumiándolo mucho tiempo y aunque decidiera publicar cosas «más personales» de mi vida, porque el que convive con otras especies sabe cómo puede llegar a cambiarte, y el que no, no se dará por aludido. Pero tanto si tienes gatos como si no, estas 8 lecciones que yo he aprendido para mi vida profesional y en concreto en esto que llamamos ‘emprender’, puedes seguramente reconocerlas como tuyas.
El ROI de un gato: 8 lecciones para un emprendedor
Aprende sólo por la experiencia.
Los gatos, como otras especies, aprenden desde pequeños a hacer cálculos desde la experiencia (jugando). No dejan de hacerlo. Cuando decidí evolucionar mi modelo de negocio a consultoría en marketing digital y mentorización de social media managers como paso natural tras varios años en las trincheras, opté por no dejar la trinchera del todo. Desoyendo lo que otros colegas me decían, «el que ejecuta, muere», me quedé con aquellos proyectos en los que habían confiado en mí más tiempo (más de 3 años gestionando su marketing digital) porque tengo la sensación de que si puedo ofrecer conocimiento, experiencias y resultados en modo consultoría es precisamente porque nunca dejo de aprender desde el otro lado. ¿Quién tiene más crédito para justificar sus tarifas de mentor, alguien que no tiene experiencia o ha abandonado el tablero de juego o alguien que de alguna manera sigue al frente jugando cada día y ha ayudado a otros jugadores? Estoy convencida que si hace 5 años hubiese empezado como consultora me hubiera comido un colín.
Cubre tu propia mierda.
Nadie va a hacerlo por ti. Incluso cuando alguien más caga en tu propia caja.
Cuida a quien te da de comer.
Siempre, y aunque todos podamos cometer errores en esto, cuida a tus clientes (o a tus empleadores). Cada día con tu implicación, entrega y profesionalidad. Cada día, mis 2 gatas me regalan cientos de cariños que no espero, y cada día, a la misma hora, me demuestran que se alegran por verme, por tenerme como compañera. Incluso después de haberlas reñido, o haberlas privado de algunos juegos, o de no haberles dedicado la atención y juego que me piden. Cada día me dicen: ey, qué bueno verte. En forma de detalles, en forma de trabajo diario, cada día busca el motivo para alegrarte por cada proyecto, cliente o por tener alguien que en su momento apostó por ti. Llámalo agradecimiento, llámalo alegrarse por mucho, poco (o a veces nada), llámalo ‘reseteo del RAM diario‘, algo en que los gatos son maestros.
No pierdas de vista tu objetivo, pero tampoco nada de lo que pase alrededor.
He visto a mi gata Princess estar horas, no exagero, mirando la valla que nos separa de los vecinos, porque sabe que hay una lagartija. Me ha dado tiempo a tomarme una cerveza belga, comer, y aún sigue sentada mirando fijamente la valla, con sus 2 orejas en esa dirección. Y sin embargo es capaz de aparentemente distraerse con una mosca que pasaba por ahí, o de repente oler la flor del jazmín…y cuando parece que se ha desentendido de la lagartija, ahí vuelve a la carga. Su balanceo de concentración-desconcentración es admirable. Yo, que soy una obsesa de definir objetivos en mi trabajo, estoy aprendiendo a que ese objetivo final no me haga perder comba de lo que sucede a mi alrededor (como antes sí me ocurría), ya que cualquier oportunidad puede estar ocurriendo paralelamente a esa lagartija que tienes como objetivo. Es bastante complicado. No somos gatos.
7 vidas tiene un gato y un emprendedor, también.
Aunque si eres un emprendedor del mundo anglosajón cuentas con dos vidas de más (allí los gatos tienen 9 vidas). La capacidad de resistencia de un gato es ¿inimitable? Resiste y persevera. Como esa gata mirando una valla, que salta, y falla. 2, 5, 10 veces. Un día la veo con la lagartija en la boca (más bien el rabo). Y sonrío. Y la envidio. Yo quiero ser tan inasequible al desaliento como tú, Princess. No siempre se gana. Pierdes clientes, proyectos que se cancelan o directamente te birlan, o simplemente un día pierdes las ganas. Y lo más importante, no se hace un drama de ello, la vida te espera al día siguiente. Y tú has aprendido un día más.
Hay espacio para todos, incluso para tus competidores.
Si tienes más de un gato verás que las peleas serias son inexistentes, incluso cuando observas a un grupo de gatos callejeros, salvo contadas ocasiones…se respetan, se observan, cada uno tiene su espacio, y cada uno se busca sus habas. Eso no quita que en caso de existir 1 haba, quieras tú llegar primero antes que nadie. Pero en caso de que llegue otro, respeto o indiferencia -según cada uno-, y a esperar otra oportunidad.
Otórgale al descanso alta prioridad, como al juego/ocio. Es prioritario. No tanto como 16 horas de sueño de los gatos. Yo no se lo daba…me refiero a ese tiempo para mi descanso, o para mi ocio, ni a mí ni a mi pareja, ni a familia ni amigos hasta que mis propias gatas me obligaron a dedicarles tiempo para ellas, a sus cosas y sus juegos. Lograron que cerrara el ordenador y todo lo relacionado con internet a una hora, y aunque está siendo complicado mantenerlo y últimamente creo que estoy fallando, he comprendido todo lo que he perdido por no hacerlo. No hay pasión, ni trabajo que compense sacrificar lo más importante para mantener precisamente esa pasión: desconectar y recuperar quién eres, y compartirlo con quienes quieras. Sinceramente, y aún no siendo madre, no creo que nada compense, por ejemplo, no pasar la infancia de tus hijos a su lado o más tiempo *real* para tu pareja (no junto con…) Trabajo más de 50 horas a la semana, creo que deberían ser menos -cuando monté Ubikuos aún eran más-, y aún así lucho por bloquear esos pequeños ratos o esos días para disfrutar. Sólo así creo que podemos mantener la fuerza para seguir a tope.
Ronronea si estás feliz.
Soy bastante reservada -producto de mi timidez- pero he ido aprendiendo con ellas a demostrar más mis sentimientos, cuando las cosas van genial o simplemente regular. Esto de emprender tiene algo muy peculiar: la soledad, aunque te rodees de mucha gente, es algo ahí dentro que no se puede explicar, y sólo quien está en la misma tesitura podría entender sin ni siquiera abrir boca. Es la soledad del corredor de fondo, dentro de un pelotón.
Menos mal que nos quedan las redes sociales, los blogs, whatsapp y las mesas de una terraza para ronronear cuando necesites una caricia o para demostrar lo feliz que estás con tus nuevos éxitos.
Por supuesto hay muchos más elementos que me han aportado lecciones, muchas personas que trato y respeto, personas que no conozco pero leo, así como la montaña, como bien sabéis. Pero, preparen la ambulancia y la camisa de fuerza, porque Nimba y Princess me han dado estas 8 grandes lecciones para emprender mejor y seguro que me seguirán dando lecciones cada día.
Miau.
¿Y bien, piensas realmente que estoy chalada?
Princess apareció una mañana de 10 de octubre del 2012 en la galería de nuestra casa, justo el día después que estábamos sopesando ya muy en serio si podíamos adoptar un perro teniendo en cuenta nuestro estilo de vida. A mi pareja no le gusta(ban) los gatos y la gata no entró en casa, pero le dábamos de comer y le pusimos una caja en la galería. Por pesada, resistente, por no cejar en su objetivo, ahí seguía esperando que le abriéramos la puerta de nuestra galería semanas después. Y lo consiguió. Entró en casa y…6 meses más tarde nos fuimos hasta Alicante a por Nimba, una cachorro de 2 meses en una protectora. Ahora somos dos personas eternamente agradecidas, y por supuesto rendidas al amor gatuno.
Hola Elena, los símiles utilizados y la energía que se te nota con este cambio gatuno-emprendedor te ha merecido la pena, y de todo en la vida se aprende, y tú lo has aplicado a tu compañía animal. Muy bien expresado sirviendo la experiencia de los gatos para reflexionar sobre el EMPRENDIMIENTO, y lo que más me gusta de tu relato es la de la sensación de corredor de fondo, a mi me gusta el running de fondo y son parecidos a los avatares de una empresa como bien expresas. Hasta otra ocasión.
Alfonso, gracias por pasarte por aquí, leer y comentar. A mí también me gusta la analogía de correr, y todos sabemos qué es la soledad del corredor de fondo. Creo que no hay nada más parecido a una empresa que el deporte, y en concreto los deportes individuales. Si todos aplicáramos las lecciones del deporte a la empresa, y la del resto de animales a la vida, ¿otro gallo nos cantaría?
Me ha encantado. También me pasa que quiero cerrar el ordenador para dedicarme a los míos (incluyo a los gatos en esto) y aún no lo consigo del todo, pero estoy en ello. Intentaré inspirarme más en mis gatos.
Hola Elena… Pues me da que nos parecemos bastante tu y yo. Yo también tengo dos gatos, no tengo hijos y a mi marido no le gustaban los gatos hasta que mis peques llegaron a casa. Así que imaginarás que me ha encantado este post. No sólo por la orientación, que también, sino porque es práctico e interesante. Me identifico en muchos puntos, pero sobre todo en el 7 y el 8.
Hola Míriam, qué bueno leerte y verte por aquí. Yo el 7 lo llevo como puedo, porque no soy constante en aplicármelo, a veces porque no sabemos poner límites supongo, o decir simplemente que no (incluso a ti misma). Feliz ronroneo gatuno.
Los que teneis gatos hablais más de ellos que los padres de los hijos 😉 Tengo unos amigos con gatos que me enseñan fotos cada vez que pueden!
Pero tú has conseguido que este tema sea interesante incluso para los que no tenemos gatos! Esto se merece un buen aplauso! (y el hecho de que has escrito un post genial, también 😉 )
Creo que no conozco a nadie que pudiera hacer una comparación tan buena como esta. Me encantó leerte, hoy he vuelto a ver el post en G+ y aquí estoy. A mí los gatos me han generado siempre bastante desconfianza, aunque luego veo vuestro amor gatuno y me imagino que tiene que ser como el que tenemos otros hacia los perros ¿no?
Sea lo que sea, es verdad que deberíamos aprender más de ellos. Me gusta esta reflexión. Tengo que dejar de hacer alguna cosa mencionada. Así que ahora mismo apago ordenador y voy a salir a correr.
Muchas gracias Maï, espero leas esto tras tu carrera. Estaba pensando en una segunda parte de lecciones, iré acumulando, porque una de ellas es, como los gatos hacen contigo…’stay humble’, como emprendedor, o como empresario. Para eso como dice la famosa cita, «para tener una justa perspectiva de la importancia de uno mismo como persona, todo el mundo debería tener un perro que te adore y un gato que te ignore».
Enhorabuena por tu artículo Elena. En esos momentos en buscaba desesperadamente un consejo para salir de esa soledad del emprendedor, me encuentro con tu blog y leo este artículo con el que me identifico plenamente y además me hace reír. Soy emprendedora, amante de los gatos y tengo el placer de disfrutar del cariño incondicional de Isi, mi gatita.
Ingeniosamente elaborado, me encanta, ya estoy deseando leer el próximo, enhorabuena.
Muchas gracias Joaquin!
Hola Elena, los símiles utilizados y la energía que se te nota con este cambio gatuno-emprendedor te ha merecido la pena, y de todo en la vida se aprende, y tú lo has aplicado a tu compañía animal. Muy bien expresado sirviendo la experiencia de los gatos para reflexionar sobre el EMPRENDIMIENTO, y lo que más me gusta de tu relato es la de la sensación de corredor de fondo, a mi me gusta el running de fondo y son parecidos a los avatares de una empresa como bien expresas. Hasta otra ocasión.
Alfonso, gracias por pasarte por aquí, leer y comentar. A mí también me gusta la analogía de correr, y todos sabemos qué es la soledad del corredor de fondo. Creo que no hay nada más parecido a una empresa que el deporte, y en concreto los deportes individuales. Si todos aplicáramos las lecciones del deporte a la empresa, y la del resto de animales a la vida, ¿otro gallo nos cantaría?
Me ha encantado. También me pasa que quiero cerrar el ordenador para dedicarme a los míos (incluyo a los gatos en esto) y aún no lo consigo del todo, pero estoy en ello. Intentaré inspirarme más en mis gatos.
Hola Cristian, gracias! Y enhorabuena por ayudar a tantos gatitos a encontrar personas que sepan quererles.
Hola Elena… Pues me da que nos parecemos bastante tu y yo. Yo también tengo dos gatos, no tengo hijos y a mi marido no le gustaban los gatos hasta que mis peques llegaron a casa. Así que imaginarás que me ha encantado este post. No sólo por la orientación, que también, sino porque es práctico e interesante. Me identifico en muchos puntos, pero sobre todo en el 7 y el 8.
Hola Míriam, qué bueno leerte y verte por aquí. Yo el 7 lo llevo como puedo, porque no soy constante en aplicármelo, a veces porque no sabemos poner límites supongo, o decir simplemente que no (incluso a ti misma). Feliz ronroneo gatuno.
Los que teneis gatos hablais más de ellos que los padres de los hijos 😉 Tengo unos amigos con gatos que me enseñan fotos cada vez que pueden!
Pero tú has conseguido que este tema sea interesante incluso para los que no tenemos gatos! Esto se merece un buen aplauso! (y el hecho de que has escrito un post genial, también 😉 )
Muchísimas gracias Jan!
Creo que no conozco a nadie que pudiera hacer una comparación tan buena como esta. Me encantó leerte, hoy he vuelto a ver el post en G+ y aquí estoy. A mí los gatos me han generado siempre bastante desconfianza, aunque luego veo vuestro amor gatuno y me imagino que tiene que ser como el que tenemos otros hacia los perros ¿no?
Sea lo que sea, es verdad que deberíamos aprender más de ellos. Me gusta esta reflexión. Tengo que dejar de hacer alguna cosa mencionada. Así que ahora mismo apago ordenador y voy a salir a correr.
Un abrazo,
Maï
Muchas gracias Maï, espero leas esto tras tu carrera. Estaba pensando en una segunda parte de lecciones, iré acumulando, porque una de ellas es, como los gatos hacen contigo…’stay humble’, como emprendedor, o como empresario. Para eso como dice la famosa cita, «para tener una justa perspectiva de la importancia de uno mismo como persona, todo el mundo debería tener un perro que te adore y un gato que te ignore».
Enhorabuena por tu artículo Elena. En esos momentos en buscaba desesperadamente un consejo para salir de esa soledad del emprendedor, me encuentro con tu blog y leo este artículo con el que me identifico plenamente y además me hace reír.
Soy emprendedora, amante de los gatos y tengo el placer de disfrutar del cariño incondicional de Isi, mi gatita.
Me alegro de haber encontrado tu blog 🙂
De tocaya a tocaya, la vida sabe mejor con gatos. Gracias por leerme y por tus palabras!